Una ensalada que siempre me saca de apuros es esta. Es muy sencilla, pero tiene mucho sabor, y es excelente para servirla de principio o acompañamiento para una pasta, un asado, o cualquier comida rápida entre semana. Mi receta no lleva huevo como la tradicional, pero puedes agregarle una yema si te gusta la consistencia. Si se te antoja que tenga un toque crujiente poder agregar crutones tostando trocitos de pan viejo con un poco de aceite de oliva.
INGREDIENTES:
400 gr corazones de lechuga orejona
2/3 taza de aceite de olivo extra virgen
4 filetes de anchoas
1 cucharada de mostaza de grano
Jugo de ½ limón
¼ taza de queso parmesano rallado finamente
PROCEDIMIENTO:
Lava, desinfecta y seca muy bien la lechuga. Córtala en trocitos pequeños para que sean fáciles de picar con un tenedor y meter a tu boca. Colócala en una ensaladera o el recipiente donde la vayas a servir.
Pica los filetes de anchoas hasta que queden con textura de puré. En un recipiente hondo agrega los filetes de anchoas, el aceite, el limón, la mostaza y el queso. Con un globo para batir, mezcla bien el aderezo hasta que tome una textura uniforme.
Vierte el aderezo sobre la lechuga y mezcla con cuidado para que toda quede cubierta. Si te gusta ligeramente aderezado, ve agregando el aderezo de poco en poco hasta que tenga la cantidad que sea de tu agrado.
Sirve al momento.
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