Por mucho tiempo hemos creído, de manera incorrecta, que los seres humanos poseemos un único cerebro. La realidad es que ¡las personas tenemos 3 cerebros distintos! y no sólo eso, sino que nuestras emociones están directamente relacionadas a todos ellos.
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Nuestro primer cerebro es el que seguramente conoces bien, ese que está contenido por nuestro cráneo. Este cerebro es el encargado de procesar la información que recibimos del exterior y ayuda a mantener nuestro equilibrio interno. Es el responsable de todas las funciones cognitivas, como el pensamiento, la memoria, el lenguaje y la toma de decisiones.
Hablando de las emociones, el cerebro del cráneo es el encargado de "procesarlas" y producir respuestas adecuadas. Está compuesto por el sistema límbico, que es el que nos ayuda a regular los sentimientos, las emociones, el estado de ánimo y las reacciones a los estímulos externos.
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Nuestro segundo cerebro se encuentra en el sistema digestivo, en los intestinos. Está formado por una red de neuronas, llamadas el sistema entérico, que se extiende desde el esófago hasta el colon y que está conectada al cerebro del cráneo, del cual recibe información. Este cerebro se encarga de controlar procesos como el metabolismo, la absorción de nutrientes, la regulación de la inmunidad, así como de procesar nuestras sensaciones físicas.
El cerebro de los intestinos también juega un papel importante en la regulación de nuestras emociones. El sistema entérico es responsable de regular la producción de neurotransmisores y hormonas, como la serotonina y la dopamina, los cuales influyen en nuestras emociones y en nuestra respuesta a los estímulos externos.
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Por último, pero no menos importante, nuestro tercer cerebro se encuentra en el corazón y está formado por una red de más de 40.000 neuronas que reciben información de todo el cuerpo para ayudar al corazón a adaptarse a cambios en el entorno, favorece la regulación de la presión arterial, la respiración y el ritmo cardíaco.
En cuanto a las emociones, este cerebro juega un papel igual de significativo ya que su red neuronal está conectada al cerebro del cráneo y envía señales al sistema nervioso para regular nuestro comportamiento, nuestras emociones y nuestra respuesta a los estímulos externos. El cerebro del corazón también es responsable de producir hormonas como el cortisol, que influyen en nuestro estado de ánimo, nuestra energía y nuestro nivel de estrés.
De esta manera, nuestros tres cerebros están interconectados y trabajan juntos para regular nuestras emociones, nuestras respuestas a los estímulos externos, para mantenernos equilibrados y saludables. Cuando estamos en equilibrio, nuestras emociones son saludables y podemos mantener una buena salud física y mental.
Acá te dejo algunas acciones sencillas que puedes hacer para favorecer la salud de tus 3 cerebros:
Hacer ejercicio regularmente. El ejercicio ayuda a mantener el cerebro saludable al mejorar la circulación sanguínea al cerebro, lo que le permite recibir más oxígeno y nutrientes.
Comer alimentos saludables. Los alimentos nutritivos como frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables ayudan a mantener el cerebro saludable al proporcionar nutrientes esenciales.
Dormir bien. El descanso adecuado ayuda a mantener el equilibrio de los neurotransmisores en el cerebro y a reducir el estrés.
Practicar técnicas de relajación. Las técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y la visualización ayudan a reducir el estrés y mejorar la salud mental.
Mantener una actitud positiva. Una actitud positiva ayuda a mejorar el humor, la memoria y la motivación.
Tener una buena conexión emocional con los demás. Necesitamos tener una buena actitud para mantener nuestras emociones en equilibrio.
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