Hace poco disfrutamos un día de campo de la escuela de mi hijo, ahí su maestro de “Escuela del Bosque” nos pidió que estuviéramos en ese bello espacio natural SIN DEJAR RASTRO, que al irnos pareciera que nunca estuvimos ahí. Para esto algunas de las acciones que tuvimos que concientizar y hacer fueron no dejar ahí nada de basura, recoger la que encontráramos, aunque no fuera nuestra, ir al baño enterrando con una pala nuestros deshechos como lo haría un animal silvestre y enterrar los deshechos orgánicos que generamos para que se composteen con el tiempo.
Muchos valoramos hacer una caminata en el bosque o una playa virgen, tener contacto con la naturaleza en un lugar que no se ve impactado por la presencia del hombre, pero a veces contemplamos la naturaleza como si fuera algo externo, como si nos tratáramos de meros espectadores sin darnos cuenta que nosotros SOMOS NATURALEZA. Tenemos el poder de entrar y fluir con nuestro ambiente y sus ciclos en lugar de negarlos, nos toca decidir responsabilizarnos por las consecuencias que tienen nuestros actos por el paso de la vida.
La huella del ser humano se puede ver por todas partes, en el suelo, el agua, los mares, la atmósfera. Llegó el momento de mimetizarnos con nuestro entorno y entender que nuestras acciones impactan en la naturaleza y por ende se nos regresan a nosotros mismos, de ahí la importancia de buscar impactos positivos.
Esta es una invitación a profundizar en tus actos no sólo cuando te encuentras de visita en un lugar natural, sino en tu vida cotidiana. Visualiza tu día a día, qué acciones podrías ajustar para ser más noble con el planeta, ¿Qué productos consumes?, ¿qué haces con los deshechos orgánicos de tu casa?, si aún no haces composta checa este artículo con más buenas razones para comenzar a hacerla, ¿de qué material está hecha tu ropa, tus muebles?
No hay acción más pequeña que la que no se realiza, así que esperamos encuentres por acá algunas herramientas que te ayuden a emprender o seguir tu camino hacia generar este rastro cero.
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