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5 pasos para acercarte a la vida que sueñas fuera de la ciudad

Actualizado: 29 ago 2022




Ya sea que como nosotros llevaras varios años pensando en mudarte a un lugar fuera de la ciudad, donde la naturaleza formara parte de tu cotidianeidad, o que el contexto actual con la pandemia se haya convertido en un detonante de esta idea; si tienes “el gusanito” de mudarte a probar de qué se trata la vida en un lugar más tranquilo, menos poblado, que te conecte más con la tierra (o el agua, para los que prefieren las playas) es momento de sacudirte los miedos para poder vivir el sueño. Esperamos estos pasos puedan ayudarte a transicionar de una manera más suave a tu nueva vida, tanto como nos ayudaron a nosotros.


1. Research.

Decidir a dónde te vas es parte fundamental. Seguro que ya has pensado el lugar ideal para ti, sí, ese al que le llevas dando vueltas y vueltas en tu mente. Si te es posible, asegúrate de ir de visita en varias ocasiones; entre semana, en fin de semana, o incluso a pasar un par de noches. Trata de entender cómo se vive ese lugar para mitigar el riesgo de que algo no sea lo que esperabas. Nunca será lo mismo ir de visita que ya vivir ahí, pero te puedes dar una buena idea de cómo podría ser tu vida en ese lugar.


2. Visualiza.

Imagina cómo será tu vida en el nuevo espacio y trata de armarte con los esenciales que vas a necesita. Si te vas a un lugar de mucho frío un buen abrigo puede hacerte la diferencia entre llegar a gozar o vivirlo como un dolor. Además, el simple hecho de tomarte un tiempo para visualizar, para sentir cómo será despertar en ese espacio, a qué olerá y qué sonidos escucharás, por mencionar algunos ejemplos pueden acercar tu sueño a la realidad, según el poder de decretar. Mientras más integres todos los sentidos y la visualización sea más realista, mejor estás enviando el mensaje al universo de que eso es lo que pasará. Lo que decretas como verdadero, se manifestará en tu mundo.


3. RP (Relaciones Públicas).

Intenta conectarte con gente de la zona. Platícale a tus conocidos sobre tus planes de moverte, el decirlo en voz alta te ayudará a hacerte a la idea y en esas pláticas puedes llegar a hacer nuevas conexiones de gente conocida en el lugar al que llegarás. No está de más tener un contacto a quién preguntarle por cosas básicas como a dónde acudir en caso de una emergencia o un pediatra para tus hijos, así como dónde es el mejor lugar para hacer las compras. Tanto si llegas con una cartera de contactos o no, mantente receptivo a conocer nuevas personas, ya sean vecinos, gente de la escuela o del mercado. Armarte de una comunidad te ayudará a adaptarte y acoplarte mucho más pronto.


4. Entiende cómo será tu día a día.

En el caso de que esta pandemia te haya traído la posibilidad de mantener tu trabajo de manera remota, tendrás que asegurarte que en tu nueva casa llegue una buena señal de internet o que tengas acceso a un café, restaurante o casa de conocido que lo tenga. Hacerlo con anticipación, previo a mudarte puede ser de gran ayuda o incluso se puede convertir en un dealbraker si el espacio que pensabas no cuenta con esa infraestructura. Si no tienes un trabajo, es importante que descifres qué vas a estar realizando en el día a día para obtener los ingresos que necesitas. No te vayas a la deriva, tomar una decisión de cambio no tiene por qué ser aventarse al vacío. Planifica. Lo que nos lleva al punto número 5.


5. Has un presupuesto

Enlista todos los nuevos gastos que tendrás, empezando por la mudanza que dependiendo de si llevarás o no muchas cosas puede llegar a ser bastante cara, así como la distancia que recorrerás. ¿La renta o hipoteca de tu nueva casa será igual, más barata o más cara que tu renta actual?, pregunta en la zona a la que te mudas cuánto cuestan aproximadamente los servicios como agua luz y gas para que puedas tener un estimado realista.


6. Sí, sé que dijimos 5 pasos, pero este extra es fundamental: Tienes que estar abierto a lo inesperado: ya sea que el gas cueste más de lo estipulado, que te des cuenta que tu coche no está hecho para los caminos de terracería que ahora se convirtieron en tu trayecto del día a día o cualquier otro por menor… tienes que estar abierto a acoplarte, a fluir.


Tomaste la decisión de moverte por una buena razón y seguro habrá momentos difíciles en el camino, pero cada que te encuentres con estos obstáculos recuerda las razones que te llevaron a querer ese cambio. No te detengas a observar la incomodidad que esas cosas te puedan provocar, busca soluciones sencillas y prácticas a los problemas que se te vayan presentando y sobre todo detente a respirar y a agradecer por tu valor de llegar a donde estás hoy, tomando el timón de tu vida.





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